¿QUÉ HACER ANTE EL ACOSO SEXUAL?

Los límites entre las relaciones humanas son difíciles de definir, a pesar de esto existen entre las relaciones afectivas y personales, una  clara  diferencia entre la confianza y el acoso: la incomodidad que siente la víctima.

Los comportamientos que “pasan de la raya” y deben considerarse como acoso, son básicamente, cuando se utiliza cualquier manifestación de índole sexual para marcar una cuestión de poder, valiéndose de que el (la)acosador(a), tiene más jerarquía que él o la acosad@.

Pero cuando la persona que sufre el acoso expresa claramente que no quiere oír, aceptar ver o compartir  insinuaciones o gestos y el agresor insiste en esa actitud se trata de acoso sexual. Decir,  "NO QUIERO" dicho por la víctima marca el límite y eso debe quedar muy claro.

Las conductas de acoso sexual también pueden darse,  en el ámbito de estudio, como centros educativos, donde las relaciones de poder pueden poner en riesgo las calificaciones además se crea un ambiente hostil, amenazante, humillante u ofensivo para quien es agredid@.

Lo que se puede hacer en estas situaciones es:

·         No sentirse responsable, el acosador es el unico culpable y responsable de su conducta personal.

·         Hablar con alguien sobre el tema, quizás así se descubra que otr@s personas sufren o han sufrido la misma situación con la misma persona (sobre todo si es conocid@). Se deben  buscar antecedentes que permitan demostrar el comportamiento del acosador@.

·         Hay que procurar estar con otr@s personas, para contar con testigos que respalden esta situación.

·         Conservar cartas, notas, tarjetas, mensajes, correos, etcétera, que él o la acosador@ le haya entregado.

·         Crear un registro por escrito del acoso con fechas, horarios, testigos, personas que estuvieron o con quienes habló.

·         Hacer notar al acosador@, que es capaz de defenderse, sin importar del rango con el que él o ella cuente.

·         Informar inmediatamente a un superior, demostrando la molestia y gravedad de la situación.

·         Realizar los procedimientos de quejas internos, con los que se cuenten.

·         Reiterar las denuncias en todos los niveles posibles, si se cree que no fueron tomadas en cuenta.

·         No permitas, ni toleres la intimidación o presión para que “cambies tu historia”.

·         Buscar ayuda profesional en materia legal, médica, psicológica.

·         Descartar comentarios negativos como “no hagas nada, porque  no ganarás nada e incluso aún perderás más,  ya verás“.

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