CORTALAS....... CON LOS ESTEREOTIPOS DE GÉNERO

¿A QUÉ TIPO DE FAMILIA QUIERES PERTENECER?

Cuando se espera la llegada de un bebé, hay mucha expectativa por conocer su sexo biológico, esto para empezar a darle atributos.

Si es niña se espera que sea: bonita, tierna, delicada, coqueta, paciente, etc. Si es niño se espera que sea: guapo, fuerte, valiente, seguro, intrépido, etc. Desde este momento se empieza una larga travesía de la “educación que deberán recibir”, padres, amigos, familiares y la sociedad en general se encargan de que las niñas jueguen a la comidita, a las muñecas o se relacionen con juguetes  que las involucran en actividades domésticas que en un futuro deberán reproducir en su hogar. Mientras que a los niños se les enseña a no demostrar sus sentimientos ya que “llorar es cosa de niñas”, se les prohíbe demostrar debilidad y se les motiva a jugar a las “luchitas” y con carritos. Así  reforzamos ciertas conductas e inhibimos otras de acuerdo al sexo.
Analiza el siguiente video:

Estas son las bases sobre las que se construyen los Estereotipos de Género.
Un estereotipo es un modelo a seguir, que introduce ideas, conductas y hábitos  a partir de las normas  culturales previamente establecidas por una sociedad.
Género, son las características físicas, biológicas y sociales asignadas a las personas, que pueden cambiar de acuerodo en la sociedad que se desarrolle.

De estas definiciones podemos entender que un estereotipo de género transmite la forma de comportamiento que deben seguir los hombres y las mujeres de acuerdo a la sociedad en que se desenvuelven.
El estereotipo de género, posiciona diferente a la personas en el ámbito social y de trabajo. En México, los hombres se consideran  proveedores del hogar, jefes de familia, quienes toman las decisiones y su trabajo se considera productivo. Sin embargo, para la mujer lo primordial es  la maternidad y la familia, por lo que se espera de ellas que  sean sumisas y dependientes, además de que su trabajo en casa se vuelve invisible por no percibir ninguna remuneración económica.

Esto queda demostrado  en la encuesta realizada por el INMUJERES, que revela que el 43%  de las mujeres considera que “una buena esposa debe obedecer a su esposo en todo lo que le ordene”, el 87% está a cargo de la preparación de alimentos, 85% se encarga del planchado,  81% limpia la vivienda, mientras que el 83% los hombres están a cargo de las reparaciones de la casa, destacando ampliamente en esta actividad.

También destaca que las mujeres dedican en promedio más horas semanales a las actividades domésticas que sus parejas, siendo “limpieza doméstica” y “cuidado de los hij@s “, las actividades que demandan mayor tiempo.

Así mismo se demuestra que el valor económico del trabajo doméstico no remunerado realizado por las mujeres equivale al 21.7% del Producto Interno Bruto (PIB), las cuatro quintas partes  lo producen las mujeres y el resto los hombres.

Datos como estos comprueban que los roles de género se mantienen y que a pesar de los pocos avances que se hacen para que esto cambie, aun nos faltan pasos agigantados para saltar la brecha que nuestra cultura hizo entre estos estereotipos.

¿Te gustaría ser parte de estos estereotipos de genéro?

RECUERDA TU HACES LA DIFERENCIA

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